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Evaluación Comparativa: las Islas Caimán y la República Dominicana como Domicilios de Reaseguro

El artículo del Wall Street Journal ejemplar de hoy, Why Insurers Are Taking Your Money to the Cayman Islands plantea preguntas importantes. La elección de un domicilio para una compañía de seguros o reaseguros determina no solo su carga regulatoria, sino también su reputación, estabilidad financiera y acceso a mercados internacionales. En los últimos años, las Islas Caimán se han convertido en un centro importante para las estructuras de reaseguro utilizadas por aseguradoras estadounidenses, especialmente aquellas controladas por firmas de capital privado. Sin embargo, el régimen regulatorio de las Caimán ha despertado crecientes preocupaciones entre supervisores financieros y analistas debido a su laxitud en materia de capitalización y transparencia. Frente a este contexto, la República Dominicana emerge como una alternativa más sólida, transparente y prudencialmente alineada con los estándares internacionales, ofreciendo ventajas significativas para la protección de los asegurados y la estabilidad sistémica.

Las Islas Caimán: atractivo financiero y riesgo sistémico

El artículo analizado describe un fenómeno reciente en la industria de seguros de vida y rentas vitalicias de Estados Unidos: la transferencia masiva de riesgos y pasivos hacia reaseguradoras establecidas en las Islas Caimán. Según el Wall Street Journal, más de 75 mil millones de dólares en obligaciones hacia clientes estadounidenses se encuentran actualmente domiciliados en ese territorio. Las aseguradoras optan por este esquema debido a los requisitos de capital más flexibles que permiten liberar fondos que, de otra manera, deberían permanecer como reservas para proteger a los asegurados (Levitt, citado en WSJ, 2024).

Este tipo de “ingeniería financiera” ha sido particularmente aprovechado por aseguradoras controladas por firmas de capital privado. Los mecanismos descritos incluyen transferencias de grandes bloques de pólizas a reaseguradoras vinculadas, frecuentemente bajo propiedad común, en jurisdicciones donde las normas de solvencia son menos exigentes. Por ejemplo, Manulife Financial transfirió 10 mil millones de dólares de pasivos de su filial John Hancock a Global Atlantic, una entidad controlada por KKR, la cual a su vez retrocedió parte del riesgo a un “reasegurador global altamente calificado” no identificado, presumiblemente basado en el extranjero (WSJ, 2024). La opacidad de tales operaciones preocupa a los reguladores estatales estadounidenses, que han iniciado revisiones adicionales sobre aproximadamente cien transacciones similares.

Desde el punto de vista prudencial, el problema radica en que las Caimán no exigen la misma proporción de reservas y capital que los Estados Unidos o incluso Bermudas, lo cual permite a las empresas liberar enormes sumas de dinero que luego son reinvertidas con fines especulativos. Como advierte Rowan (2024), director ejecutivo de Apollo Global Management, “los pasivos trasladados a las Caimán están respaldados por una fracción del capital que exigirían los reguladores estadounidenses o bermudeños.” Esta diferencia estructural convierte a las Caimán en un domicilio atractivo para maximizar beneficios, pero riesgoso para la estabilidad del sistema financiero y para los asegurados individuales.

La falta de transparencia y los efectos colaterales

La principal crítica hacia las Islas Caimán no se limita a los niveles de capital, sino a la falta de transparencia en sus operaciones. Los asegurados rara vez son informados de que sus pólizas han sido reaseguradas en el extranjero; dicha notificación suele encontrarse en letra pequeña en los contratos. Además, ni las aseguradoras estadounidenses ni los reguladores locales están obligados a divulgar la identidad final de las contrapartes reaseguradoras una vez que los activos son transferidos offshore (Zawacki, citado en WSJ, 2024).

El caso de PHL Variable Insurance Company ejemplifica los peligros de esta opacidad. La empresa, domiciliada en Connecticut y con acuerdos de reaseguro en las Caimán, colapsó con un déficit de 2.2 mil millones de dólares. Los asegurados, como Dana Montana, descubrieron que sus pólizas “seguras” estaban en realidad respaldadas por estructuras de reaseguro altamente apalancadas que quedaron insolventes tras el retiro de los inversores privados (WSJ, 2024). Este episodio confirma la preocupación de los supervisores estadounidenses respecto a la insuficiencia de capital y la supervisión limitada en las Caimán.

Aunque la Autoridad Monetaria de las Islas Caimán sostiene que su marco “se alinea plenamente con los estándares internacionales”, la realidad es que organismos calificadores como Moody’s reconocen explícitamente que las Caimán requieren menos capital para respaldar pasivos de asegurados que sus contrapartes en Bermudas o EE. UU. (Moody’s, 2023). Esta disparidad no solo genera arbitraje regulatorio, sino que también erosiona la confianza del público en el sistema de seguros global.

La República Dominicana: un régimen prudencialmente sólido

En contraste con el modelo caimanés, la República Dominicana ha construido en las últimas dos décadas un régimen de supervisión de seguros y reaseguros sólido, transparente y cada vez más alineado con las normas de la International Association of Insurance Supervisors (IAIS). La Superintendencia de Seguros de la República Dominicana (SSR) ejerce control técnico y financiero sobre las aseguradoras y reaseguradoras, exigiendo niveles de capitalización adecuados, reservas técnicas verificadas y auditorías externas anuales (Superintendencia de Seguros, 2024).

A diferencia de las Caimán, donde la confidencialidad empresarial y la propiedad opaca son la norma, el sistema dominicano requiere plena identificación de los accionistas y beneficiarios finales de las entidades aseguradoras, así como la presentación de estados financieros auditados por firmas registradas ante la autoridad supervisora. Este requisito mitiga los riesgos de lavado de dinero y garantiza la trazabilidad de los flujos de capital.

Asimismo, el país ha implementado medidas basadas en el enfoque de riesgo (risk-based supervision), promoviendo la gestión prudencial de activos y pasivos. La Ley No. 146-02 sobre Seguros y Fianzas establece que toda reaseguradora autorizada debe mantener un margen de solvencia proporcional a sus riesgos y un capital mínimo ajustado periódicamente conforme al crecimiento del mercado. Tales disposiciones contrastan fuertemente con el marco de las Caimán, donde la regulación se centra en la flexibilidad fiscal más que en la estabilidad financiera.

Ventajas comparativas del domicilio dominicano

  1. Solidez prudencial y capitalización:
    El sistema dominicano exige capital mínimo pagado y reservas técnicas verificadas, alineándose con los principios del IAIS Core Principle 17 sobre solvencia. Esto garantiza que las reaseguradoras locales mantengan capacidad suficiente para cumplir con sus obligaciones incluso en escenarios adversos (IAIS, 2023).
  2. Transparencia corporativa y auditoría:
    Las Caimán permiten estructuras de propiedad complejas y vehículos de propósito especial que dificultan la identificación de los beneficiarios finales. En cambio, la República Dominicana exige declaraciones de propiedad, informes de cumplimiento antilavado y auditorías públicas anuales, lo que mejora la confianza del mercado y la percepción internacional de estabilidad regulatoria.
  3. Armonización regional y acceso a mercados:
    La República Dominicana, como miembro del sistema financiero del Caribe y del Caribbean Financial Action Task Force (CFATF), mantiene interoperabilidad con las normas del CARICOM y del sistema financiero de América Latina. Esta integración permite que sus reaseguradoras operen con reconocimiento en múltiples jurisdicciones, sin el estigma asociado a los domicilios considerados “offshore laxos”.
  4. Reputación y gobernanza:
    Las Caimán, aunque técnicamente cumplen con ciertos estándares internacionales, son percibidas globalmente como un paraíso fiscal. La República Dominicana, por su parte, se ha esforzado en mejorar su posición en los índices de transparencia y gobernanza financiera del FMI y el Banco Mundial. Esto fortalece la credibilidad de sus entidades aseguradoras ante los reguladores de América y Europa.
  5. Supervisión continua y cooperación internacional:
    La SSR participa en mecanismos de intercambio de información con otros supervisores, incluyendo acuerdos bilaterales con el National Association of Insurance Commissioners (NAIC) y el International Monetary Fund (IMF) para monitorear la estabilidad del sector. Las Caimán, en cambio, mantienen una relación más distante con los reguladores estadounidenses debido a su enfoque de confidencialidad y su resistencia a la divulgación pública de información.

Las Islas Caimán representan un caso paradigmático de cómo los incentivos económicos pueden entrar en conflicto con la prudencia regulatoria. Si bien su marco permite optimizar el retorno sobre el capital, la falta de transparencia, la baja capitalización exigida y la frecuente vinculación con estructuras de capital privado generan riesgos sistémicos y pérdidas potenciales para los asegurados. La experiencia de colapsos como el de PHL Variable Insurance demuestra que la flexibilidad regulatoria no sustituye la solvencia real.

Por el contrario, la República Dominicana ofrece un régimen más equilibrado, en el que la supervisión prudencial, la transparencia financiera y la cooperación internacional garantizan la estabilidad del sistema. En un entorno global cada vez más sensible a los riesgos de arbitraje regulatorio, la elección de un domicilio como el dominicano refleja no solo una estrategia de cumplimiento, sino también un compromiso con la ética empresarial y la protección del consumidor. Así, frente a la opacidad y el riesgo inherentes de las Caimán, la República Dominicana se erige como un domicilio de reaseguro superior: sólido, transparente y alineado con los principios de estabilidad financiera global.

~ C. Constantin Poindexter, MA, JD, CPCU, AFSB, ASLI, ARe

Referencias

  • International Association of Insurance Supervisors (IAIS). (2023). Insurance Core Principles, Standards, Guidance and Assessment Methodology. Basel: IAIS.
  • Moody’s Investors Service. (2023). Global Insurance Regulatory Capital Trends. New York: Moody’s Analytics.
  • Rowan, M. (2024, February). Remarks to investors. Apollo Global Management Earnings Call Transcript.
  • Superintendencia de Seguros de la República Dominicana. (2024). Informe Anual del Mercado Asegurador 2023. Santo Domingo: SSR.
  • The Wall Street Journal. (2024, September). “The Cayman Islands are home to palm-fringed beaches, endangered iguanas—and $75 billion owed to U.S. life insurance customers.” New York: Dow Jones & Company.
Expanding Demand for International Commercial Contract Surety Bonds

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